El Concilio Evangélico de las Asambleas de Dios calificó de preocupante los niveles de violencia, maldad e impunidad que provocan el tráfico y consumo de drogas en la República Dominicana. La entidad formuló un llamado al presidente Leonel Fernández para que convoque a una cumbre nacional para tratar única y exclusivamente el tema del narcotráfico.“Con esta cumbre se podría abordar el problema de las drogas de manera seria y se propondrían y buscarían alternativas viables para evitar que la nación siga siendo el escenario de tantos males ligados con este oscuro negocio”, precisó. Asimismo, solicitó a los jueces del país ser más enérgicos en la aplicación de la ley a los delincuentes y a todos aquellos pejes gordos que están afectando la paz, la tranquilidad y la buena convivencia de los dominicanos.
“La justicia no debe incurrir en el error de actuar de manera caprichosa siendo dura con los pobres y mano suave con los poderosos”, señaló la entidad al emitir una proclama en la Septuagésima Segunda Convención Nacional del Concilio Evangélico de las Asambleas de Dios, que se celebró del 5 al 8 de enero de 2010 en el Centro de Convenciones de esa entidad.
El documento firmado por los pastores Alejandro Pérez Jerónimo, superintendente Nacional; Silverio Manuel Bello, Asistente del superintendente, Darío Mateo; tesorero; Carlos Mateo, secretario; Manuel Rivera, presbítero ejecutivo y Arismedy González Minaya, Vocal.
El Concilio Evangélico de las Asambleas de Dios consideró necesario hacer un adecentamiento en las filas de las fuerzas armadas.
Explicó que el contubernio y la camaradería con los delincuentes ha sido la causa principal de que la delincuencia, las drogas y la violencia se incrementen en el país.
Expresó que esta es una triste realidad que debe ser enfrentada sin temor alguno. Añadió que junto a una gran profilaxis en las cuerpos castrenses se haga un aumento salarial en término general dentro de las Fuerzas armadas. Expuso que es casi inconcebible que un militar pueda sobrevivir con el mísero salario que percibe, por lo que entiende que esto constituye un estímulo a la falta en el cumplimiento del deber de los policías y militares.
Indicó que la población está a la espera de ver que hay un verdadero respeto al orden institucional. Dijo que de no ser así, el temor será lo único que prime y un sentimiento de frustración que afecta el progreso y que conduce a cada quien desear actuar por cuenta propia. “Nos preguntamos, ¿hasta cuándo seguirá este pueblo siendo víctima del descuido de los servicios básicos y de una mejor condición de vida por parte de los Gobiernos y de las autoridades?”, subrayó.
La entidad manifestó que es penoso ver las calamidades que pasan los pobres al acudir a los hospitales y con servicios tan vitales como el agua potable, la energía eléctrica, el transporte público, entre otras cosas.
Expuso que en el país hace falta una verdadera voluntad política mediante la cual se den respuestas puntuales a todas estas necesidades permanentes y de agudización continua.
Abogó porque a partir de este 2010 el país se enrumbe por un sendero de paz, progreso, desarrollo y bienestar para todos.
“Que la riqueza generada por nuestra nación sea administrada de manera pulcra y que toque realmente las necesidades de la gente para mejorar su condición de vida”, dijo.
Explicó que el próximo 16 de mayo se escogerán los candidatos que habrán de dirigir por seis años los destinos del Congreso y los ayuntamientos, por lo que pidió a la población tomar muy en cuenta la decisión que habrán de tomar en esas elecciones.
Consideró que hay que evitar llevar al Estado individuos que no han dado buen ejemplo y cuyo único interés real es servirse de los recursos del Estado, sin hacer los aportes que realmente espera el pueblo.
“Nunca se debe dar el voto a gente moralmente cuestionada, marrullera, insensible y que no cuente con una hoja de servicio sana a favor de la familia, la ética y la sociedad en general”, dijo.
Señaló que los políticos deben entender que no pueden seguir saliéndose con la suya a pesar del desorden que lleve en su estilo de vida y lo irresponsable que sea en sus compromisos y responsabilidades.
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