Jesús Multiplica los Panes y los Peces
Cita Bíblica: Mateo 14:13-21
Anuncios Espirituales: En el desierto donde Jesús y sus apóstoles ministraban a una gran multitud había sequedad y calor, no había comida ni comodidad. Sin embargo, Jesús sanaba a los enfermos por el gran amor y compasión que sentía hacia la gente. Lo que significa, que el origen de sus milagros consistía en la profunda sensibilidad por los sufrientes, por los de espíritus angustiados, cuerpos quebrantados y emociones laceradas (Is. 61:1-3). Siempre su Fe obra por el amor en favor de los necesitados (Gal. 5:6). Sus discípulos recomiendan a Jesús que despidiera la multitud ya al anochecer, pero le asegura que la multitud no tiene necesidad de irse. Ellos creen que es, porque no tienen que comer; y Jesús les dijo: Dadle vosotros de comer, y ellos les dijeron que solo tenían cinco panes y dos peces; él dijo: Traédmelos acá, mandad a la gente a recostarse sobre la hierba; y tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partió y dio los panes a los discípulos, y los discípulos a la multitud. Comieron y se saciaron, y recogieron lo que sobró doce cestas llenas; y comieron como cinco mil hombres sin contar las mujeres y los niños. Jesús conocía el principio de multiplicación y lo usó en esta oportunidad. Fue altamente auténtico al no despedir la multitud después de haber estado desde la mañana con él. Manda traerle los cinco panes y los dos peces creyendo que, en el espritu de fe, lo poco es multiplicado por Dios, en beneficio de muchos. Bendijo y partió, usando el principio del quebrantamiento al mandar a recostar a la multitud, comieron todos y se saciaron con cinco panes y dos peces (el Principio de multiplicación en acción). Lo mucho de lo poco, Dios proveyó la semilla (panes y peces) y la abundante multiplicación. Es necesario, pensar, ver, visualizar lo mucho de lo poco en las manos de Jesús, es un principio que abarca cualquier área de la vida espiritual, emocional y física. Los panes y los peces fueron multiplicados por Dios cuando los discípulos lo recibieron de Jesús y lo dieron a su vez a la multitud, lo que significa que la unción de multiplicación Jesús se la ha entregado a todo aquel que cree en él y vive en integridad. Ellos le dieron de comer como el Señor les había dicho; pero no panes y peces comprados en las aldeas, sino provistos por el Hijo de Dios por el Principio de la Fe y la Unción de multiplicación. Los discípulos recibieron el alimento de Jesús ya bendecido, en nuestras manos se multiplica y somos responsables de darle la comida provista por el Reino a los hombres y mujeres sin salvación, (Jesús dijo: Yo soy el pan de vida) Juan 6:35. Todos se saciaron, comieron como quisieron y sobraron doce cestas llenas, una cesta en las manos de cada discípulo (Apóstol) como para humillar su incredulidad. No hay nada imposible para Dios, su propósito fluye en nosotros cuando le creemos y esperamos grandes cosas de él, como dijo Guillermo Carey, el padre de las misiones: Emprended grandes cosas para Dios, esperad grandes cosas de Dios. Según eruditos connotados, cinco mil hombres sin contar las mujeres y los niños, equivale a 37,000 personas aproximadamente, en un momento histórico de mucha escasez en Palestina. Jesús quebró la situación económica del tiempo y produjo el milagro del Reino, la multiplicación de los cinco panes y dos peces. Todo creyente fiel al Señor está desafiado con este relato fascinante que nos lleva a creer que para Jesús no hay nada imposible, si tenemos fe en sus promesas y somos fieles e íntegros, romperemos los parámetros de la lógica, usando la semilla que Dios nos ha dado para multiplicar provisión y suplición en beneficio de las gentes. Tenemos la fe, la gracia y la unción para distribuir lo poco y que sirva para muchos, afectando para siempre las vidas de las multitudes. Levantémonos a dar la palabra buena, a dar alimento, consolación y esperanza y después que todos se hayan saciado, una canasta quedará en cada dos manos.
Gracia y Paz de Dios.
Pastor Luis Reyes.
0 comentarios: